4 Salmos para ahuyentar o alejar a los enemigos

En la vida, podemos enfrentarnos a situaciones donde nos sentimos rodeados por enemigos, ya sean personas, circunstancias adversas o energías negativas. En estos momentos, los salmos son poderosas herramientas espirituales que nos ayudan a invocar la protección divina y alejar a aquellos que buscan hacernos daño. A continuación, te presentamos cuatro salmos que pueden ayudarte a pedir la protección de Dios y a alejar a los enemigos de tu vida.

  1. Salmo 35: “Contiende, Señor, con los que contra mí contienden”
    El Salmo 35 es una súplica en la que David pide a Dios que luche en su favor contra sus enemigos. Este salmo es especialmente poderoso para invocar la intervención divina contra aquellos que buscan hacernos daño. Al recitarlo, pedimos a Dios que se levante en nuestra defensa, que confunda a nuestros adversarios y que los aleje de nosotros.
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  2. Salmo 59: “Líbrame de mis enemigos”
    El Salmo 59 es una oración de David pidiendo liberación de sus enemigos y de aquellos que lo acechan. Este salmo invoca la protección de Dios, pidiéndole que desbarate los planes de los malvados y que mantenga a los enemigos a raya. Es un salmo que proporciona seguridad y confianza en la protección divina frente a cualquier amenaza.
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  3. Salmo 140: “Líbrame, Señor, de los hombres malvados”
    El Salmo 140 es una súplica para ser protegido de los hombres malvados y sus maquinaciones. Este salmo pide a Dios que aleje a los enemigos y que los impida llevar a cabo sus planes malvados. Es un salmo poderoso para aquellos momentos en los que te sientes amenazado o bajo ataque, asegurándote que Dios te protegerá y mantendrá a los enemigos alejados.
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  4. Salmo 109: “Súplica contra los enemigos”
    El Salmo 109 es un salmo imprecatorio en el que se pide justicia divina contra aquellos que actúan con maldad. Este salmo es una súplica intensa en la que se invoca a Dios para que tome acción directa contra los enemigos, desbaratando sus planes y alejándolos de nuestras vidas. Es un salmo fuerte para pedir que los malvados sean juzgados y que sus intenciones sean frustradas.
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En momentos de conflicto, cuando sentimos que los enemigos están cerca, es vital recordar que no estamos solos. Dios es nuestro defensor y protector, y a través de la oración en estos salmos, podemos invocar Su ayuda para alejar a aquellos que buscan hacernos daño.

Recitar estos salmos con fe no solo nos proporciona un escudo espiritual contra nuestros enemigos, sino que también refuerza nuestra confianza en la justicia y protección divinas. Dios está siempre presente, listo para defender a los suyos y para alejar a los malvados de nuestras vidas.