Salmo 2: Significado, Explicación y Reflexión
Salmo 2:
- ¿POR qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan vanidad?
- Estarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra el SEÑOR, y contra su ungido, diciendo:
- Rompamos sus coyundas, Y echemos de nosotros sus cuerdas.
- El que mora en los cielos se reirá; El SEÑOR se burlará de ellos.
- Entonces hablará a ellos en su furor, Y turbará con su ira.
- Yo empero he puesto mi rey Sobre Sión, monte de mi santidad.
- Yo publicaré el decreto: El SEÑOR me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
- Pídeme, y te daré por heredad las gentes, Y por posesión tuya los términos de la tierra.
- Quebrantarlos has con vara de hierro: Como vaso de alfarero los desmenuzarás.
- Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.
- Servid al SEÑOR con temor, Y alegraos con temblor.
- Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, Cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
Significado del Salmo 2
El Salmo 2 aborda la rebelión de las naciones contra la autoridad divina del SEÑOR y su ungido. Este texto destaca la soberanía de Dios y la futilidad de oponerse a su voluntad. El salmo comienza cuestionando la vanidad de los pueblos que se amotinan contra Dios, seguido por una respuesta divina que enfatiza el poder y la autoridad del SEÑOR.
Explicación del Salmo 2
Este salmo es interpretado como una profecía mesiánica, donde el “ungido” se refiere a Cristo. La declaración “Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy” es vista como una referencia al reconocimiento divino de Jesús como el Mesías. El texto también resalta la advertencia a los líderes terrenales sobre la importancia de someterse a la autoridad divina, destacando que el verdadero poder y la justicia provienen de servir al SEÑOR con reverencia.
Reflexión Espiritual sobre el Salmo 2
Reflexionar sobre el Salmo 2 nos invita a considerar la relación entre el poder humano y la autoridad divina. Este salmo nos recuerda que, aunque los líderes terrenales puedan parecer poderosos, la soberanía de Dios es suprema y eterna. La exhortación a “besar al Hijo” implica un acto de reverencia y sumisión a la voluntad de Dios, subrayando que la verdadera bendición y seguridad se encuentran en confiar en Él.
Conclusión
El Salmo 2 ofrece una visión poderosa de la soberanía divina y la inevitable supremacía del SEÑOR sobre todas las cosas. Al meditar en este salmo, somos llamados a reconocer nuestra dependencia de Dios y a buscar su guía en nuestras vidas.