Salmo 12: Significado, Explicación y Reflexión
Salmo 12
- Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; Porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
- Mentira habla cada uno con su prójimo; Con labios lisonjeros, con corazón doble hablan.
- Destruirá el SEÑOR todos los labios lisonjeros, La lengua que habla grandezas,
- Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor?
- Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice el SEÑOR: Pondrélos en salvo del que contra ellos se engríe.
- Las palabras del SEÑOR, palabras limpias; Plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.
- Tú, SEÑOR, los guardarás; Guárdalos para siempre de aquesta generación.
- Cercando andan los malos, Mientras son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.
Significado del Salmo 12
El Salmo 12 aborda la decadencia moral y la falta de fidelidad en la sociedad, donde la mentira y la hipocresía prevalecen. El salmista clama al SEÑOR para que intervenga, destacando que solo Dios puede proteger a los justos y castigar a los impíos. La referencia a “palabras limpias” subraya la pureza y la verdad de las promesas divinas en contraste con las falsedades humanas.
Explicación del Salmo 12
Este salmo destaca la importancia de la integridad y la sinceridad en las relaciones humanas. Los “labios lisonjeros” y el “corazón doble” representan la duplicidad y la falta de honradez. El texto refleja una queja contra la injusticia social, enfatizando que Dios, en su tiempo, levantará a los oprimidos y castigará a los arrogantes. El uso de la metáfora de la plata refinada indica la perfección y la pureza de la palabra de Dios, a diferencia de las palabras humanas corruptas.
Reflexión sobre el Salmo 12
El Salmo 12 nos invita a reflexionar sobre nuestra conducta y la importancia de ser veraces y justos en nuestras interacciones. Nos recuerda que, aunque la maldad pueda parecer dominante, la justicia de Dios prevalecerá. La promesa de protección divina para los justos ofrece consuelo y esperanza en tiempos de adversidad. Este salmo nos desafía a mantenernos fieles y honestos, confiando en la pureza y la justicia del SEÑOR para guiar nuestras vidas.